Diariamente muchos de vosotros tenéis que lidiar con un género que cada vez prolifera más y que genera un grave peligro para muchos sectores de la sociedad, me estoy refiriendo a esos atletas de fondo que diariamente nos deleitan con carreras por pasillos y andenes sorteando vallas (personas) y poniendo en riesgo su integridad. Yo, como causa implicada entre las víctimas, tengo que decir que diariamente me encuentro con muchos de los, los cuales dejan ver que o bien cada día se duerme demasiada gente, o que la gente tiene una vida demasiado ajetreada, o directamente que van dormidos y no saben ni contra que golpean.
Seguramente el transporte público poco tiene que ver en ese tipo de actitud por parte de los "atletas", aunque seguramente podrían mejorar causas que ayudan a que el viajero se caliente más y más, como por ejemplo en muchas ocasiones donde se encuentran en el mismo andén dos trenes de diferente dirección, haciendo que la salida masiva de viajeros colapse el andén y generando mucho caos. La solución es terriblemente sencilla, aunque claro es mejor generar semejante pollo y crear malestar entre los viajeros.
Una evolución de estos atletas y que personalmente me hacen mucha gracia, son aquellos que ven como una marabunta de personas están siendo de la boca a la que se dirige, y pese a estar a muchos metros de encontrar la recta final al destino, empiezan a correr sorteando "vallas" intentando llegar a un destino que es evidente que no llegas porque se acaba de ir. De verdad nuestras vidas se están convirtiendo en que tres minutos valgan tanto?
Por último, y quizás uno de los gremios más molestos es aquel que cuando suena la señal acústica indicando que el tren va a cerrar puertas, lo ves bajar las escaleras de dos en dos, corriendo ingenuo de que puede tropezar y quedar tetrapléjico por la velocidad y la peligrosidad de la caída, y cuando está cerrándose las puertas, se tiran como si fueran a parar un penalti, seguramente lo he representado de manera exagerada, aunque algún caso existe, pero normalmente son carreras con entrada arrasadora al final, haciendo que los viajeros que van dentro se lleven un buen disgusto.
Quizás el artículo debería haber sido, aventuras y desventuras del transporte público, pero seguramente nos hubiera dado para tres o cuatro páginas, con lo cual mejor lo dejamos en los "atletas" y de paso no cerramos puertas a que puedan aparecer otros artículos destacando otros sectores del transporte público que los hay y muchos.
Conclusiones, le gente debería aprender a vivir un poco la vida de manera más lenta. Me niego a pensar que una persona depende de tres minutos, que seguramente es la media de tiempo que tarda en llegar el siguiente tren, con lo cual no me sirve ese motivo como excusa, de igual manera tampoco me sirve que el que corre es porque se ha despertado tarde, es muy posible, pero es que ya vas tarde, tres minutos ya no can a arreglarte la papelera. Tres minutos no es nada, aunque algunos purista puede echar mano de calculadora y decirme que al cabo del año son demasiadas horas pérdidas, pero evidentemente eso es ventajista puesto que lecturas positivas y negativas se pueden hacer cientos
Written by marc
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