Dejando de lado mis colores,
que ya os digo sin ningún tipo de pudor que soy del Barça, soy un
amante del fútbol. Disfruto con el fútbol, pero de igual manera que
adoro este deporte, entiendo y veo que tanto sus dirigentes como sus
seguidores se encargan de ensuciar y dejar en mal lugar al deporte
que teóricamente defienden y adoran. Sencillamente es incomprensible
que un aficionado del equipo que sea tire un mechero con intención
de dar a un jugador del equipo contrario, no entiendo como ese
energúmeno no es reducido y detenido de inmediato, y no por los
agentes de la ley, sino por los propios aficionados que están viendo
una imagen que debería revolverles las tripas. Hasta que punto
llegamos que cientos de aficionados ven una injusticia y miran hacia
otro lado.
Que deporte es ese que permite
que un grupo de miles de personas le dediquen a un jugador rival
palabras como muérete, o eres un hijo de tal, o eres un negro de
tal, o eres un retrasado mental, o mono, o cosas similares. Porque
tengo que estar en el campo con mi hijo y sufrir semejante
espectáculo grotesco. Por suerte no me gusta ver los partidos en el
campo, sufro demasiado, prefiero verlos desde casa, pero siento
vergüenza de ver las licencias que se permiten en los terrenos de
juegos. Si estuviera en el campo y escuchar a semejante actitud no
podría quedarme sentado intentando explicarle a mi hijo que eso pese
a que está mal, en ese espacio se permite.
Cuando habrá un árbitro
independiente que se pase por el forro las directrices de
televisiones y comité de árbitros y tenga los huevos de parar el
partido y decir señores, o dejan los insultos y amenazas o se
suspende el partido. Porque tenemos que vivir en una sociedad tan
miserable que se permita el lujo de increpar a otra persona por el
simple hecho de haber comprado una entrada. En países como Argentina
y Brasil mueren personas en terrenos de juego directamente
relacionados con la violencia. En España, ya ha muerto alguno que
otro por suerte muy puntualmente, sonada fue la muerte de un niño
por el impacto de una bengala en el campo del español que fue
determinante para la prohibición de bengalas que a día de hoy se
siguen introduciendo en los campos.
Mi extraño punto de vista,
cuando la sanción por un acto como el lanzamiento de un mechero
tiene unos veremos que van de multa económica, a cierre por X
partidos dependiendo del daño que ha recibido el jugador, todo lo
demás es secundario. Lo lamentable de todo esto es que nos fijamos
en los equipos grandes, pero estoy cosas peores pasan en segunda y
tercera división donde constantemente árbitros tienen que ir se por
patas para evitar que les den una paliza, y eso pasa incluso en
partidos de colegio, donde padres hacen cosas similares. Yo lo
tengo claro, se debe parar el partido e incluso cancelarlo ante este
tipo de situación, pasando por encima de poderes económicos, es
cuestión de moral. Es inaceptable.
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